Recuerdo a Jacinto Orejudo

El pasado mes de noviembre falleció el artista Jacinto Orejudo, que formó parte del equipo docente del colegio durante los años sesenta, cuando se construyó el edificio. El padre Marino Gayar le encomendó la decoración del salón de actos y el hueco de la escalera del colegio, que realizó en colaboración con el pintor abulense Julio Antonio Veregas.

Jacinto Orejudo nació en Salamanca en 1935 y en 1949 comenzó a trabajar en un taller de artesanía. Para él, la pintura era la exteriorización de sus sentimientos y gracias a esa sensibilidad entró en la Escuela de Artes y Oficios de Salamanca. Poco más tarde, fue admitido en la Escuela de San Fernando, en Madrid. Después fundó una empresa de artesanía, Orejudo S.L, que funcionó como negocio familiar.

Las alumnas del Bachillerato de Artes han querido recordar la obra de este artista y su paso por el colegio. Para ello han llevado a cabo una recogida de datos sobre su trayectoria y han hecho un estudio de sus obras en el colegio. La primera fase consistió en fotografiar las pinturas de las musas que aparecen en las paredes del teatro y las vidrieras de la escalera principal, con escenas de la vida de san José de Calasanz. Después hicieron un trabajo de documentación cuya síntesis han expuesto en la zona de bachillerato con el objetivo de que los alumnos del colegio puedan admirar su obra.

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